En el corazón de La Mancha, en la provincia de Ciudad Real, se halla Campo de Criptana, un lugar donde el tiempo parece detenerse, y donde la literatura se convierte en paisaje. Este encantador municipio es mundialmente reconocido por su asociación con una de las obras más emblemáticas de la literatura española y universal: «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha», escrita por Miguel de Cervantes. Es en este escenario manchego donde se encuentran los famosos molinos de viento contra los cuales luchó el ilustre caballero, creyéndolos gigantes.
Campo de Criptana no solo conserva estos icónicos molinos sino que también ha sabido aprovechar su legado quijotesco para ofrecer a los visitantes una experiencia única, mergulándolos en el mundo del Siglo de Oro español. La Ruta de Don Quijote, que atraviesa este municipio, es un itinerario turístico y cultural que sigue las huellas del famoso hidalgo y su fiel escudero, Sancho Panza, por tierras manchegas.
Al visitar Campo de Criptana, el turista se encuentra con un horizonte salpicado por molinos de viento, algunos de los cuales datan del siglo XVI. Tres de estos, conocidos como Infanto, Sardinero y Burleta, han sido cuidadosamente restaurados y mantienen en su interior la maquinaria original, lo que permite a los visitantes descubrir cómo funcionaban estos gigantes de la época de Cervantes. Se dice que el molino Burleta conserva maquinaria que podría ser la más antigua de toda La Mancha, dando testimonio de la historia viva de esta región.
Además de los molinos, Campo de Criptana ofrece otros atractivos relacionados con el universo quijotesco. Los visitantes pueden explorar el Centro de Interpretación de la Molinería, donde se detalla la importancia de la molienda y su evolución a lo largo del tiempo. También es posible disfrutar de rutas teatralizadas que recrean episodios de «Don Quijote de la Mancha», permitiendo a los turistas sumergirse aún más en la atmósfera cervantina.
La gastronomía local añade otro encanto a la visita, con platos típicos manchegos que deleitan el paladar, como el pisto manchego, el queso de oveja y la perdiz roja estofada, acompañados, por supuesto, de un buen vino de la región.
En términos de hospedaje, Campo de Criptana ofrece una variedad de opciones que van desde casas rurales con encanto hasta hoteles temáticos, permitiendo a los viajeros una estancia cómoda y enriquecedora.
La Ruta de Don Quijote por Campo de Criptana no es solo un viaje a través de la geografía manchega, sino también un viaje a través del tiempo y la literatura. Es una oportunidad única para entender la profundidad y universalidad de la obra de Cervantes, y para apreciar el patrimonio cultural y natural de esta región española. En definitiva, seguir los pasos del ingenioso hidalgo por Campo de Criptana es una experiencia que encierra magia, historia y cultura, una aventura que espera por ser vivida.
